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lunes, 1 de octubre de 2012

Amarrado a ti Capítulo 41




-Lo siento, no puedo olvidar lo que pasó- Giulia me mira sorprendida, no se esperaba mi respuesta-. Aunque, si realmente quieres empezar de cero está bien.
-Yo tampoco puedo- se levanta mirándome a los ojos. Me acerco a ella y trago saliva-, ni quiero- susurra muy cerca de mis labios. La atraigo hacia mí y junto sus labios con los míos, perdiéndonos en un beso. 
 
 
En una habitación (Mara)
 
Sentada en el borde de la cama, sonrío al ver su silueta marcada en la penumbra de la puerta. Pero espera, ¿cómo ha conseguido entrar? Mi madre no está en casa y la puerta estaba cerrada con llave. No habrá roto la cerradura, ¿verdad?
-¿Qué, sorprendida?- su boca se entreabre y deja escapar una bonita sonrisa. 
-Preocupada- le miro de arriba abajo. Es guapísimo.
-¿Por qué?- se acerca y se para en frente de mí. 
-¿Cómo has hecho para entrar?- suelta una carcajada al escucharme.
-He entrado por la puerta- sonríe y se agacha, poniéndose a mi altura.
-¿Cómo? La puerta estaba cerrada.
-He roto la cerradura- ríe, bajando la mirada.
-¿Que has hecho qué?- me levanto de un salto.
-Eso, he roto la cerradura- repite, mirándome a los ojos. ¿Le divierte todo esto? A mí no me hace gracia.
-Más te vale que sea una broma- advierto, seria.
-Y si no lo fuese, ¿qué harías?- me mira desafiante.
-Acabaría contigo ahora mismo.
-¿Lo dices en serio?
-Muy en serio- asiento, decidida.
-Pues ves a comprobarlo si no te lo crees- se levanta y me mira de reojo.
Salgo de la habitación rápido y camino por el pasillo. El chico de ojos verdes me sigue en la oscuridad de la casa. Espero que sea broma, que no la haya roto. Si lo ha hecho, no sé qué le voy a decir a mis padres. Me acerco a la puerta de entrada y enciendo la luz para poder mirarla bien. Hago intento de abrirla, pero está cerrada. ¿Cómo puede ser? Me giro hacia él y me encuentro con sus ojos color esmeralda, que me miran fijamente. Bajo un poco la mirada y veo su sonrisa pícara. Estoy realmente preocupada. ¿Cómo ha entrado?
-¿Cómo has podido entrar? La puerta está cerrada- frunzo las cejas. 
-Lo sé, yo mismo la he cerrado- dice con tranquilidad.
-¿Cómo?- esto es irreal. 
-Con llaves.
-¿Quieres ir al grano por favor?- no puedo evitar sonreír. El chico me mira ladeando la cabeza y suspira.
-Está bien- sonríe-, iba a llamar a la puerta, pero cuando he puesto el pie en el felpudo he notado algo debajo y me he encontrado con unas llaves, he probado si eran las de tu casa y he visto que sí, entonces he entrado-hace un pausa para mirarme a los ojos-. ¿Siempre necesitas una explicación para todo?
-Si la tiene, sí- me acerco a él y rodeo su cintura con mis brazos-. ¿Y cómo que has venido a estas horas?- miro el reloj, la una de la madrugada.
-Quería verte- susurra en mi oído, provocándome un escalofrío-, aunque si no quieres me voy, eh- dice separándose un poco.
-No, no- le abrazo más fuerte para que no se vaya.
-¿Me estás pidiendo que me quede?
-¿Tú qué crees?- ¿acaso no es obvio?
-Me parece que sí, pero, ¿estás segura? Que sepas que no habrá vuelta atrás- me da un ligero beso en los labios bajo la luz del recibidor. Realmente apetecible.
-¿Vuelta atrás?- pregunto sin entender a qué se refiere.
-No te vas a poder librar de mí- sonríe, a escasos milímetros de mi boca.
-Correré el riesgo- susurro, acabando con el poco espacio que hay entre los dos con un largo y dulce beso.
-¿Segura?- me mira con picardía.
-¿Qué pasa? ¿Te arrepientes y quieres que cambie de idea y te pida que te vayas?- me está encantando este juego.
-¿Quieres que me vaya?
-¿Quieres irte?
-Si tú quieres que me vaya, me voy.
-Ah, que si te lo digo yo, ¿te vas? ¿No ofrecerías resistencia?
-Es tu casa, no puedo obligarte a que me tengas que aguantar.
-Entonces no tenías tantas ganas de verme, por lo que veo- el jueguecito se nos está yendo de las manos.
-Por lo que veo, tú tampoco. Ya me estás echando.
-¿Yo? ¿Echándote?- Carlo abre la puerta de entrada y sale, quedándose en la oscuridad de la escalera-. Eres tú el que quiere irse.
-Yo quería verte y he venido para eso.
-Pero si…-el chico de ojos verdes no me deja acabar la frase. Se abalanza sobre mí, cerrando la puerta tras él y besándome desesperadamente.
-Cállate ya, por favor, no quiero discutir- susurra, jadeante. 
El pasillo hasta la habitación se hace eterno, pero no hay prisas, no importa no llegar a ella, sólo me importa él.

5 comentarios:

  1. diiioooos-.- m'encantaa toot, toot, toot!! pero l'ultima frasee!! jajja aqui si que m'ha mataat xD
    increible capi, com sempre^^ jeje
    un pto!

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  2. En unos comentarios anteriores había dicho que no me gustaba que siempre hablen Mara y Carlo, pero ahora me fascina cada día mas!!!!! No quiero que termine, pero todo siempre tiene un final :( Quiero mas historias de Aroa y Pablo pliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiis!!! jijiji besos, me gusto el capitulo de hoy :)

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  3. *__* Me encanta, de verdad, me encanta. No se puede decir nada diferente, y mira que yo siempre me enrollo...

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  4. olaaa, me encanta la historiaa, de verdad, escribes muy bien:) bueno, te dejo mi blog por si te apetece pasarte, bss

    http://www.tobeornottobeesanoeslacuestion.blogspot.com.es/

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  5. Lo Amo! *-* Pasate por el blog (:

    noveladejustinbieberandyou.blogspot.com

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