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martes, 8 de enero de 2013

Amarrado a ti Capítulo 55




Trago saliva y le beso. ¿Realmente es lo que quiero hacer? No lo sé, pero los efectos del alcohol no me dejan pensar con claridad. Davide me acerca aún más a él, obligándome a sentarme sobre sus piernas. Me dejo llevar, besándole con más intensidad. Se separa un poco y me mira a los ojos, con la respiración entrecortada.
-Mara, mañana te vas a arrepentir de esto, será mejor que te vayas ya, antes que sea tarde.
Observo sus grandes ojos marrones y suspiro, cerrando los ojos. No sé si me arrepentiré o no, pero la atracción que siento ahora mismo hacia él es inmensa. Mi cuerpo no me deja pensar en mañana, sólo en esta noche, en ahora. Me vuelvo a acercar, intentando juntar de nuevo sus labios con los míos.
-Mara, en serio, estás borracha y ahora no puedes pensar bien, vete a casa y descansa, mañana hablamos.
-¿Quieres que me vaya?- me acerco a él y le beso en el cuello.
-Es lo mejor, créeme- siento cómo traga saliva.
-¿Pero tú quieres que me vaya?- susurro en el lóbulo de su oreja derecha.
-No, pero es lo mejor- aprieta los dientes.
-¿No decías que ibas a hacer que olvidase a tu hermano? Pues hazlo- entreabro los ojos para mirarle fijamente.
-¿Tú quieres?
Le beso en señal de afirmación. Davide me atrae hacia él, perdiéndose en mi cuello. Me aferro a su nuca y le muerdo el labio inferior. Abro los ojos y trago saliva. Me deshago de su camiseta, dejando su torso al desnudo. Desabrocha mi pantalón y yo hago lo mismo con el suyo. Es como si fuese Carlo el que está ahora mismo en el coche, besándome, cuando en realidad es su hermano. Me acerca aún más a él, obligándome a hincar mis rodillas en el asiento, y se coloca un preservativo con facilidad. Davide me besa a la vez que me hace suya y me arrepiento en ese mismo instante de lo que acabo de hacer. He sido una idiota. ¿Olvidar a Carlo? ¿En serio pensaba que lo conseguiría? Pero ya es tarde, ya no puedo volver atrás. Hundo mi cabeza en su cuello, aguantándome las lágrimas. Le siento dentro de mí y me arrepiento muchísimo. Davide me quiere, pero yo no siento nada por él. Soy imbécil. Mierda alcohol.

En un coche (Aroa)
 
-Ya hemos llegado- anuncia Pablo aparcando el coche. 
Miro por la ventana. Delante de nosotros hay una gran casa blanca, seguramente estamos en las afueras o en alguna urbanización privada. Salgo del coche y nos encaminamos hacia allí de la mano.
-Es la casa de Javi.
-¿Ah sí? Es enorme.
-Lo es, yo tampoco me lo creí cuando vine por primera vez.
Pablo llama a la puerta y nos abre una chica más o menos de nuestra edad. Nos saluda y nos dice que entremos, que Javi está en el patio. Parece una fiesta universitaria, la gente va bastante arreglada.
-No está mal, ¿no?- me dedica una de sus sonrisas increíbles.
-Está muy bien, ah, que sepas que estás muy guapo.
-Y tú eres preciosa y lo sabes- me vuelve a sonreír y me acerca a él-. Oye, que sepas que me debes un beso.
Sonrío. No lo había olvidado, sólo esperaba que él me lo pidiese. Sujeto su nuca con delicadeza y junto sus labios con los míos, entre la gente.
-Eh, tío, anda que avisas que has venido- grita una voz detrás de mí y me cruzo con unos ojos azules. 
-Hola, tío- se chocan la mano. Es Javi. 
-¿Por qué no os venís a la terraza? Hay algunos que te están esperando- ¿Soy yo o lo ha dicho de una forma extraña? ¿Algunos? ¿O alguna en especial?
-Vale, vamos- me sujeta de la mano y salimos fuera. Javi nos lleva hasta una parte algo alejada donde hay un grupo de chicos y chicas. Entre ellos está Raúl. En total son tres chicas y tres chicos. 
-¡Pablo!- grita una de las chicas y se levanta corriendo. Va hacia él y le da un abrazo que dura más de lo que me gustaría. Es morena y de ojos marrones, algo corriente, pero es guapa.
-¡Laia! ¡Cuánto tiempo!- ríe, sosteniéndola en sus brazos-¿Qué haces tú aquí?
-He vuelto de Madrid durante un tiempo y he hablado con Javi esta mañana por teléfono. 
-Capullo, ¿y no me has dicho que venía?- le reprocha a Javi. ¿Quién es esta chica?
-Le he dicho que no te dijese nada, quería darte una sorpresa.
-Hostia, Laia- se vuelven a dar un abrazo-, qué bien verte de nuevo. ¿Cuánto hacía ya que no nos veíamos?
-Dos años- sonríe. La chica me mira-. ¿Qué? ¿No me vas a presentar a tu novia?- me sonrojo.
-Eh- me mira un segundo-, sí, claro- sonríe de una forma especial-, es Aroa. Aroa, ella es Laia, una amiga de la ESO.
-Hola- saludo-, encantada- me da dos besos.
-Igualmente- sonríe.
-¿Qué queréis chicos para beber?
-Yo nada, gracias- sonrío.
-Ponme un Gintonic, anda- dice Pablo.
-Perfecto- Javi va hacia la barra.

2 comentarios:

  1. pero que haces Maraa??!! :0 nononono..! DIos, en el lio que se ha metido,:( NO solo se está haciendo daño a ella, sino también a David..y seguramente a Carlo tb :(:(
    Molt bo el capii!! :) perfecte!
    un peto!!

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    Respuestas
    1. Sí, ha hecho muy mal...
      ¡¡Muchas gracias!! Un beso :)

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