No sé qué buscar

Siento que todo se acaba. Siento que todo se esfuma. Siento que el mundo se me derrumba encima, sin piedad, sin el temor de hacerme daño, sin compasión por mí. Una foto, una simple foto ha acabado con toda la confianza que había, se la ha llevado, dejando arañazos enormes. Miedo, ¿acaso pensabas que yo no tenía? no, no eres el único, arriesgué, creí en ti, pero todo en lo que creía se ha ido, ahora no sé a qué aferrarme. Ahora no puedo pensar, me has dado donde más me duele, la verdad es lo peor que me puedes ocultar. Y es que basta tan solo una mentira para poner en duda todas las verdades. Ahora la que tiene miedo soy yo, no sé qué camino escoger, siempre he sido muy desconfiada, pero dejé la desconfianza a un lado en cuanto te conocí. Ojalá todo fuese más fácil, no tener que escoger si seguir adelante o acabar con todo de una vez. Pero ahora eso está en mis manos, tengo que tomar una decisión. Si yo fuese como era antes acabaría con todo, haría como si no hubieses existido nunca. Pero es más difícil de lo que pensaba, algo me dice que merece la pena intentarlo una vez más, que mereces la pena. El problema es que he tocado fondo, no me gusta esta situación y no quiero volver a caerme de nuevo, sé que hay que arriesgar, que sino no se consigue nada, pero ¿y si me decepciono aún más? ¿y si no vale la pena intentarlo? No quiero pasarlo mal por algo que no tengo la culpa. Quise confiar, diciéndome a mí misma que si me pegaba un chasco sería por arriesgar, que al menos lo intentaría, que si me decepcionase no sería por no haber hecho nada. Ojalá pudiese borrar todo lo ocurrido y poder empezar de nuevo, sin rencor, sin desconfianzas, pero sé que ahora es imposible, duele demasiado, no sé si merece la pena pasarlo mal de nuevo. Realmente, si te digo la verdad, no me arrepiento de nada de lo que he hecho, no me arrepiento de haberte conocido, has sido muy importante, por qué lo voy a negar. Pero me has fallado y tengo miedo. Mi cabeza está llena de dudas que me gustaría resolver, miles de preguntas que nadie me va a responder.

Sé que todos cometemos errores, yo la primera, ¿debería perdonarte? es posible, pero ahora mismo no puedo pensar. Créeme que no me faltan razones para perdonarte, si yo fuese más impulsiva te perdonaría ahora mismo sin pensarlo dos veces, pero tú bien sabes que yo no soy así, que necesito pensar bien las cosas, no me gusta tomar decisiones a la ligera. Realmente no quiero que esto se acabe, pero a lo mejor la decisión correcta deba ser dejar de hablarte. No lo sé, tengo que pensarlo muy bien. También tengo miedo a arrepentirme luego de la decisión que tome, no me quiero equivocar. Tampoco quiero dudar de las demás cosas que me dijiste, quizá es cierto que son verdad. Pero el problema es ese, en si debo confiar o no. Porque si nos paramos a pensar son palabras y las palabras se las lleva el viento. Y es que, ahora más que nunca, no sé qué hacer. Has desaparecido del mapa, no sé cómo saber de ti, estoy perdida, sin poder avanzar. Es increíble cómo pueden cambiar tanto las cosas de un momento a otro, en un simple segundo, todo se va a la mierda. Pero estoy cansada de tanto pensar, de buscar nada, porque no sé qué buscar.

Esta entrada la he encontrado en borradores, una entrada que escribí hace casi un año para desahogarme, pero que no llegué a publicar, pero ahora quiero quitarme un gran peso de encima y creo que compartiéndolo con vosotros es la mejor forma... Es una de las entradas más sentidas que he hecho, la escribí llorando y la he leído llorando, porque aunque pase el tiempo, la incertidumbre de qué será de esa persona me sigue pesando...