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miércoles, 1 de mayo de 2013

Amarrado a ti Capítulo 70




-Sí, lo sé, sé que el año que viene no estarás, ya lo sé, ya me estoy haciendo a la idea- siento una punzada en el pecho.
-Lo siento- me abraza más fuerte.
-No, por favor, no te lamentes, es tu futuro- me hago el duro, aunque me duele la sensación de perderla.
-Te podría llevar en la maleta- suelta una risita melancólica y apoyo la cabeza sobre la suya.
-Podrías- sonrío con tristeza.
-Da pena, ¿sabes? Dejar a la gente que quieres por seguir un camino nuevo- dice angustiada.
-Bueno, quizá nos volvemos a encontrar dentro de unos años.
-Puede- susurra-, pero no será lo mismo, habrás cambiado y quizá tienes novia.
-Puede que tú también tengas novio- reprocho-. Bah, Laia, no pienses en el futuro, ya llegará.
-Es que te voy a echar mucho de menos- solloza.
-No creas, conocerás gente nueva y poco a poco te olvidarás- intento convencerla de que me olvidará, pero parece imposible.
-¿Por qué dices eso?- me mira seria, esperando una respuesta en mis ojos.
-Es la verdad- hago una pausa y suspiro-. Por favor, deja ya el tema, es tu cumpleaños y no hay motivos para estar triste. Va, venga, ¿cuál será nuestro próximo destino?- sonrío, abrazándola por detrás.
-Mmm- hace que piensa-. ¿Qué te parece París?
-Oh, París, ¿ciudad del amor? Me gusta la idea.
-A mí también, pues París- alza la mirada y me da un beso en la mandíbula. 
 
 
Actualidad (Pablo)
 
-¿Dónde vives ahora?
-En un apartamento que alquilé hace poco.
-Ah- se limita a decir-. Tengo ganas de volver a pasear por aquí como hacía antes- mira por la ventanilla observando la calle.
-Mañana si quieres podemos ir a dar un paseo por las Ramblas, ¿qué te parece?
-Ah, buena idea- sonríe girándose hacia mí.
Aparco cerca de un pequeño parque y salimos. Cojo las maletas y caminamos hasta llegar al edificio. Subimos con el ascensor hasta mi piso y entramos. Nadie habla en todo el trayecto y estoy muy incómodo con su presencia.
-Ya estamos- enciendo la luz del salón-. Aquí está la cocina, el salón y ésta será tu habitación- abro la puerta de mi habitación y dejo las maletas sobre la cama. 
-¿Y tú dónde duermes?- pregunta preocupada.
-Dormiré en el sofá, no te preocupes.
-Pero es tu casa, ya dormiré yo en el sofá.
-No, tú eres la invitada, yo duermo en el sofá- sonrío tras la pequeña pelea. 
-Boh, está bien- se sienta en la cama y se deja caer hacia atrás. 
Observo lentamente el cuerpo de esa chica que hacía tanto tiempo que no veía. Ha cambiado mucho, aunque ya era guapa antes, pero ahora más, estos dos años le han sentado de maravilla. Me culpo por mis pensamientos e intento apartar mi opinión para poder sacar un tema coherente, pero ella se me adelanta.
-¿Estás seguro que dormirás bien en el sofá?
-Sí, tranquila, no te preocupes por esa tontería- frunce los hombros en señal de conformidad y se sienta bien en la cama.
-¿Mañana tienes clase?
-Sí- digo alargando la “s” con fastidio.
-¿No puedes faltar?
-Podría, pero se preocuparían por mi ausencia- ella entiende a quién me refiero. Aroa.
-Es verdad, perdona- resopla.
-Oh, dios, no me pidas perdón- suelto una carcajada mientras me siento a su lado.
Nos quedamos en silencio, observándonos sin decir ni una palabra, recordando sentimientos pasados y siento dudas, confusión por la situación. Es extraño porque ha cambiado pero aún y así su mirada sigue siendo la misma y siento que me quiere decir algo, pero no sé el qué. Busco una respuesta en sus ojos marrones y sonríe.
-Me ha dicho Javi que hace un tiempo estuviste con una italiana- suelta rompiendo el silencio.
-Sí, bueno, tonterías de verano- respondo recordando a esa chica rubia-. ¿Y tú? ¿Has tenido algo durante estos dos últimos años?
-Estuve un tiempo con un chico, unos meses, pero resultó ser un completo capullo- mira al frente, ignorando por un momento mis ojos. Siento algo dentro, como una especie de rabia.
-¿Qué pasó?- me preocupo por su cambio repentino de humor.
-Le di lo que quería y desapareció- dice refiriéndose al sexo.
-Menudo gilipollas- suelto, escupiendo las palabras-. ¿Y cómo lo llevas?
-Ah- hace aspavientos con los brazos-, ya es pasado, ya- hace una pausa-, ya no me importa- sonríe y me mira, aunque veo una pizca de dolor en sus ojos tierra.
-Todo pasa- susurro.

4 comentarios:

  1. ¡Noooo! Mas vale que no pase nada con Laia porque si no voy y le pego una bofetada a Pablo! jajaj Igualmente me gusta mucho como escribís, así que lo dejo pasar jajaj
    Un besooo
    PD: me cambie el nombre, pero soy la antigua Julietta :)

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    1. ¡Uuuh! jajajaja ya lo veréis, espero que os guste, aunque todavía no sé ni yo cómo terminará todo esto jaja
      ¡Mil gracias! ¡Un beso muy muy muuy grande! <3

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  2. Holaaaa, ¿te acuerdas de mí? Quiero pedirte perdón por haberte dejado de leer, tu historia me encantaba y sé que si la retomo me encantará. Este era un de los mejores blogs que seguía, no sé si ya sabes quien soy. Juliaysushistorias.blogspot.com Llevo un año sin meterme en blog, lo he abandonado todo, os he abandonado a vosotros, y lo siento muchísimo. Sólo quiero pedirte perdón y que sigas adelante con la historia y con todos los libros que te propongas, porque escribes realmente bien. Eres profesional, suave, directa y fresca. Un besazo enorme. Lo siento mucho.

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    1. ¡No tienes por qué pedirme perdón! Me ha encantado volverte a ver por aquí, por supuesto que sé quién eres :D
      Espero que sigas escribiendo, yo te seguiré leyendo!
      ¡Un beso muy muy muuuy grande Julia! <3

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