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martes, 15 de abril de 2014

Amarrado a ti Capítulo 119

En ese mismo sofá (Andrea)

Siento su piel contra la mía, sin ningún obstáculo de por medio que nos impida sentir. Arde en mis manos, las mejillas sonrosadas de la mayor timidez que jamás había conocido. Es un gran misterio, un tesoro por descubrir, uno de ésos que pocos son los que aspiran a ir más allá de la superficialidad. 
Se levanta de un salto y se aleja de mí, llevándose las manos a la cabeza, nerviosa.
-Yo… -murmura, caminando por el salón.
-¿Qué… qué pasa? –Pregunto sin entender su reacción-. ¿Qué he hecho?
-Yo… Tú… Tú no has hecho nada… Yo… Tengo que irme –balbucea, con los nervios a flor de piel y recogiendo su vestido con torpeza.
-Eh, ¿se puede saber qué te pasa? –la sujeto de la muñeca, impidiendo que siga con sus movimientos, y siento algo bajo mis dedos, algo que no cuadra. No será…
-Yo… Me tengo que ir, de verdad, es tarde…
-Lina, espera, ven, por favor –le ruego, pidiéndole que se siente en el sofá de nuevo.
Se lleva las manos a la cabeza otra vez sin decidirse, pero finalmente opta por mi petición. Se acerca sigilosa, con la cabeza gacha, y se sienta algo alejada de mí.
-Cuéntamelo, por favor, no me gusta verte mal… -envuelve sus manos en el vestido negro, arrugándolo.
-Nunca he llegado a este punto con nadie –se disculpa, ruborizándose.
-Así que era eso… -sonrío, aliviado.
-Sí, me da mucha vergüenza… Yo… No sé qué decirte… No me siento… Preparada –se sonroja aún más, y me enternece.
-Lina –me quedo petrificado al presenciar lo que tengo delante. Ella se percata de mi observación y, pálida, se lleva las manos a la espalda, levantándose de nuevo del sofá-. ¿Qué…?
-Nada –contesta tajante.
-Lina, por Dios, no me digas que… Joder, Lina, no deberías…
-¡Déjame, no sabes nada! –sus mejillas se enrojecen de nuevo y sus ojos enrabiados amenazan con llorar.
-Joder, Lina, Lina, por favor, ¿por qué lo has hecho? –ignoro su respuesta. Mi mente no para de volver a recordar sus antebrazos llenos de cortes.
-No preguntes, por favor, ya te he dicho que no es nada, ¡no te metas! –se coloca el vestido con agilidad y recoge sus cosas, con la intención de irse lo más pronto posible.
-¡Lina! –la sujeto con firmeza para que no se vaya y ésta se encoge, dolorida por el lugar en donde la estoy cogiendo. La suelto de inmediato y echa a llorar desconsolada. 
-No te metas en mi vida, por favor, déjame, no quieras saber nada más, ¡olvídalo! –hago caso omiso a sus palabras y la abrazo con delicadeza.
-Lina, tranquila, han sido días duros, por favor, confía en mí –se aferra a mi cuello y deja salir todo ese sentimiento acumulado de culpa-. Sht, tranquila, Lina, no te preocupes, ahora ya está todo bien, estaré siempre que me necesites, ¿de acuerdo? –me aprieta con más fuerza contra ella y acaricio su cabello, intentando que se calme. 
Permanece entre mis brazos en silencio y su llanto me oprime el pecho por ser el culpable de abrir esa herida que parecía haber cicatrizado.
Una vez ya está más tranquila decide recular hasta el sofá y se deja caer, mordiéndose el labio inferior y observándose los brazos que quedan descubiertos por las mangas remangadas. Sorbe por la nariz y yo me siento a su lado, mirando al suelo.
-Me sentía sola –confiesa en un susurro rasgado-, había perdido a mi mejor amiga, me sentía engañada por las dos personas que más me importaban en la vida –paso mi brazo por sus hombros y la acerco a mí-. Lo había perdido todo… -hace una pausa-. Además, después del accidente, al creer que Mara había… muerto… -traga saliva y resopla, nerviosa-, pasó lo que pasó.
-Casi pasa… -murmuro, recordando la escena del metro.
-Tú lo impediste –asiento, ausente.
Nos quedamos en silencio, pensando en todo lo ocurrido, en la intensidad de los hechos y en la fugacidad de la vida. Si yo no la hubiese seguido, si no la hubiese cogido… Ella ahora no estaría aquí y no hubiese tenido la oportunidad de conocerla.
-Prométeme que no lo vas a volver a hacer –le pido seriamente, sin atreverme a mirarla.
-No lo he hecho –apoya la cabeza en mi hombro, clavando su mirada en mí.
-Lo intentaste –insisto, dándole más importancia al asunto.
-Pero al final no lo hice –vuelve a insistir ella.
-Joder, Lina, si yo no hubiese estado allí… Te hubieses suicidado, ¡Lina! ¡Maldita sea! ¡Querías hacerlo, te querías matar, joder! –se me saltan las lágrimas y me levanto rápidamente, restregándome los ojos con los puños para impedir que salgan más, no puede verme llorar, yo nunca lloro.
 
 
En ese sofá (Carolina)
 
Observo su reacción desesperada, sin saber qué hacer. No me esperaba que le afectase tanto, me acaba de conocer, si es que se puede decir que me conoce… Realmente es la única persona que sabe lo que me ha pasado, que conoce mis secretos más dolorosos. Me acerco a él y me abrazo a su espalda.
-Lo siento… -susurro.
Entrelaza mis dedos con los suyos y permanece en silencio, sin apartar su mirada de mis antebrazos. Sus facciones se tensan y me siento más culpable que nunca. Él ha querido ayudarme cuando más lo necesitaba, se ha ofrecido sin ningún tipo de interés, sólo para no verme mal. Se gira hacía mí y apoya la espalda en la pared.
-Lina, en serio, ¿me prometes que no lo vas a volver a intentar pase lo que pase?
Nos miramos por primera vez en tanto rato a los ojos e inevitablemente sonrío al verle así, con esa necesidad en su mirada de escuchar mi respuesta. Me acerco a él y me aproximo a su oído.
-Te lo prometo –susurro sin mentiras, segura de mis palabras y concienciándome a mí misma de que él y yo misma no nos merecemos que lo vuelva a hacer, la misma vida no se lo merece.
Me besa como nunca me hubiese imaginado que lo haría, con fuerza, como si jamás quisiese apartarse de mí, y me aferro a su cuello con la intención de que no se termine nunca ese momento. Jamás había sentido algo así, ni siquiera con Carlo, y me sorprendo al experimentar ese nuevo sentimiento. Porque después de la tormenta siempre llega la calma, y ahora incluso ha salido el arcoíris. 

by juue_xx

Bueno, personitas, sólo queda el epílogo, así que sólo puedo decir que espero que os guste :)
¡Un beso muy muy muuy grande! <3

3 comentarios:

  1. Siempre me dejas sin palabras, que quieras que te diga...

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  2. Se me han puesto los pelos de punta. En serio, lo has descrito de una forma que parece demasiado real. No sé qué decirte, la verdad es que me ha gustado muchísimo este último capítulo y espero con muchas ganas el epílogo :)

    *abrazos*

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  3. Hola, querida.
    He leídos algunas de las publicaciones en este blog y veo que tienes potencial. Si estás interesada en publicar tu novela, cuento o historia: somos la editorial para ti♥.
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