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viernes, 11 de abril de 2014

Sentir sin querer queriendo

La aterrorizaba mostrarse débil, frágil como el cristal más fino, y desvariar ante lo que quería creer ordinario. El tiempo había pasado a una velocidad tan vertiginosa que ya no asimilaba que quizá no le volvería a ver en muchos meses, quizá años, y ahora le tocaba aceptar que la única solución era olvidar lo que pudo ser y no fue, o tal vez lo que nunca pudo llegar a ser nada. 
Era como esas pesadillas que llegaban a altas horas de la madrugada y el sudor frío se concentraba en la nuca, manteniéndola en el más duro insomnio. Todos los días llegaba la noche, el momento de derrumbe, de la pérdida de todas las fuerzas que creía tener. Con todas las veces que había caído con la misma piedra era incapaz de cambiar el rumbo... No quería sentir, pero sentía sin querer queriendo, recordando lo que un día consiguió sacarle miles de sonrisas, pero enrabiada porque sus mejillas se bañaban en lágrimas sinceras una vez más. 
La podrían llamar masoquista, pero siempre se había considerado una negada para dejar atrás el pasado. ¿Cuántas veces se había prometido ante el espejo que no volvería a caer? Miles, y de nuevo estaba en el suelo, observando la piedra que le había provocado la caída, la sonrisa altiva que le caracterizaba desde arriba, mientras que ella se sentía incapaz de alejarse de allí. 
A él no le importaba que ella padeciese un rasguño más, nunca le había preocupado lo más mínimo, quizá incluso jamás se percató de su presencia. ¿Cómo iba a hacerlo? Si ella vivía en otro mundo, ella pertenecía al del olvido.
No debí saber quién eras, no debí contar mis penas.
Noviembre es siempre triste y tú viniste proponiendo guerras.

Storm Days

6 comentarios:

  1. Me eencantó tu blog! Te sigo:)

    Si te parece pasate por alguno de los dos que tengo^^

    Un saludo

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  2. Es muy triste que muchas veces nos aferremos a un pasado que lo único que hace es perjudicarnos. A veces no entiendo como podemos querer a una persona que ni si quiera se da cuenta de que existimos. Yo creo que más que a esa persona, nos echamos de menos a nosotros mismos siendo felices, sonriendo por tonterías y creyendo que podemos tocar el cielo con la punta de los dedos.
    Una entrada preciosa y triste, Leo, cada día me gusta más leerte :)

    *abrazos*

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  3. Creo que no se olvida por completo, puede pasar mucho tiempo y va a haber veces en las que lo recuerdes por días o meses pero siempre va a ver algo que lo traiga a tu mente, es que pasó y eso ya no hay como borrarlo. Entiendo lo de "volver a caer", se puede caer en lo mismo hasta con el pensamiento, creo. Saludos!

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  4. Tenemos dos opciones, o recordamos el pasado con los ojos de "qué feliz era" o con los ojos de "qué tonta era".

    Qué grande eres, Leo.

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  5. Del pasado no se puede vivir...eso significaría estar dándole la espalda al presente, y no hay más vida que el presente. Al fin y al cabo, que nuestra felicidad dependa de alguien es lo que nos lleva a la tristeza, supongo.

    Un abrazo muy fuerte, Leo :)

    Por aquí sigo:3

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  6. Honestamente muchas veces he sentido algo parecido, y en verdad me siento masoquista, pero a veces ese masoquismo es necesario, por que a veces llorar es como desintoxicarse, con cada lagrima sale un poco de veneno.
    Besos :)

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